Tercera carta a Maria Antonieta
Querida María Antonieta
Tu
carta de respuesta he recibido. Entenderás que, no es de mi agrado saber que te
has negado, no creí que fueras tan cobarde, creí que eras de las personas que entendían
los sacrificios que hay que hacer para conseguir lo que uno quiere.
Entiendo que a primera impresión pudo
haber sonado fuerte o te pudo haber impactado mi propuesta, pero quiero que
entiendas que debes aceptarla. Si usted no quiere envenenarlos, esta bien lo
comprendo, podemos hacerlo de otra manera como por ejemplo un accidente de auto
o un simple altercado en la calle, un robo con daños colaterales. Además,
tampoco debes sobrepensar en las repercusiones que tendrá el “accidente” sino
que debes pensar en las consecuencias que este tendrá, te convertirías en la
reina, lo máximo a lo que se puede aspirar. Piénsalo así, reina ahora, reina
por siempre (siempre y cuando seas cautelosa) y tu reino sería un paraíso, un reinado
de felicidad y alegría en el que tendrías el máximo poder e influencia.
Mas
allá de tu preocupación por mi marido o por mi relación, la cual agradezco
mucho ya que muy pocas se preocupan por mi bienestar, tienes que comprender que
mi marido es para lo mí, lo que el dinero es para la gente, un medio para
alcanzar otro fin. Y esto es precisamente lo que tienes que pensar del tuyo, no
puedo creer que no lo entiendas. Por otra parte, no debes alarmarte por el
fallecimiento o pensar que eso es tu culpa, sino que simplemente fue un
accidente, todo el mundo lo vera así, incluso tú, te acostumbraras.
En
fin, espero que reconsideres mi gran plan para por fin poder hacerte importante
para así poder marcar un antes y un después en la historia de Francia.
Con cariño,
Rita Hayworth
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